2013. június 14., péntek

La cultura ayuda a un pueblo a luchar con las palabras antes que con las armas.(Guglielmo Ferrero)

 

   La cultura ayuda a un pueblo a luchar con las palabras antes que con las armas.
                                                                                       Guglielmo Ferrero                             



El tritón borracho

SOBRE EL CUENTO DE UN MINUTO TITULADO IN MEMORIAM DOCTOR  K. H. G. DE 

Cuando los Cuentos de un minuto fueron publicados (en el año 1968) nació un nuevo género en la literatura húngara. El escritor publicó un volumen de cuentos que contiene textos tan breves que se tarda solo un minuto leerlos. Örkény muchas veces analizaba y explicaba el género de estos cuentos, incluso escribió un Manual de uso de ellos. Los cuentos breves tenían enorme éxito y - si eso tiene algún sentido en absoluto -  de pronto llegaron a ser considerados como clásicos de la literatura húngara. Hoy en día el lector los encuentra entre las lecturas obligatorias de las escuelas secundarias, así el volumen no requiere una presentación específica. Tampoco es obvio ¿por qué representan los cuentos de este volumen un nuevo género? Ya que la anécdota tiene gran tradición en la prosa húngara desde Kálmán Mikszáth, hasta Péter Esterházy. Los cuentos de Örkény responden perfectamente a las reglas del género del chiste o el de la anécdota, tampoco es novedad que se figure una composición parecida independientemente. Por lo que llamamos novedad los cuentos de este volumen a pesar de todo, es su mirada inconfundiblemente irónica.
En una escena de la película sobre conocida de Charlie Chaplin, en la que hace parodia de Hitler, el dictador está jugando con una bola de playa gigante. No podemos evitar reírnos como está balanceándola graciosamente con la mano, con la cabeza y con el culo. Luego nos damos cuenta que en la bola el globo está pintado, continentes y océanos están dibujados en ella.  Por eso se nos escapa la risa en seguida. La escena es cómico y da escalofrío a la vez. No se podría concebir mejor el concepto estético del grotesco de otra manera. Grotesco es algo que provoca risa y miedo al mismo tiempo. La expresión viene del italiano, la palabra grotta signifíca cueva, y refiere a las pinturas y esculturas de la época romana encontradas en las profundidades de las cuevas que modelaban figuras deformes de humanos y de animales, y además eran cómicas y feas a la vez.
István Örkény es un gran maestro del género del grotesco. Este motivo de estilo está presente en sus obras desde los principios de su carrera. Su primer relato titulado La danza del Mar, publicado en 1937 en la revista Palabra bonita, se enfoca en la realidad desde el mismo punto de vista. Su obra más conocida, La Familia Tóth- y su adaptación filmada ¡Bienvenido, Señor Comandante!, también es un conjunto de lo cómico y de lo espantoso. Cada uno de los Cuentos de un minuto es de estilo grotesco. La novedad de estos textos se muestra en el conjunto del grotesco y de la brevedad anecdótica. Los textos son lacónicos por su brevedad así el tono grotesco se divisa de manera más concentrada y perfilada.
Consideramos importante empezar el análisis con estas líneas aúnque el cuento de un minuto In memoriam Doctor K. H. G. que vamos a analizar más abajo no es una obra grotesca sino más bien trágica. Por primera lectura parecerá una anécdota, aunque carece de elementos cómicos. Quizás porque el estilo de los otros cuentos del volumen irradia y prevalece en general. El volumen de los Cuentos de un minuto se divide en seis capítulos grandes (Estados, Retratos, Imágenes de la época, Al revés, Versiones, Ejemplos) de 13-14 cuentos cada uno. In memoriam Doctor K. H. G. es el último cuento del primer capítulo. El lector al llegar a aquello ya tiene una impresión del entono de los cuentos de Örkény. Ha conocido el tema principal del volumen, la muerte (No hay ninguna novedad, La muerte del actor, Muerte de cristal, Klimax) Así no le va a sorprender el final del cuento, ya está “acostumbrado” a lo trágico y a que en este género por su extensión breve se habla con una intensidad y peso especial sobre la brevedad y la insignificancia de la vida. In memoriam Doctor K. H. G. es una excepción. Antes de empezar el análisis  he aquí el texto completo:

IN MEMORIAM DOCTOR K.H.G.

-¿Hölderlin ist Ihnen unbekannt? (*) preguntó el doctor K.H.G., mientras cavaba la fosa para el caballo muerto.
-¿Quién era ése? –preguntó el guardia alemán.
-El que escribió Hiperión –explicó el doctor K.H.G. Le gustaba mucho explicar -. La figura más importante del romanticismo alemán. ¿Y Heine, por ejemplo?
-¿Quiénes son esos? –preguntó el guardia.
-Poetas –explicó el doctor K.H.G. -. ¿Tampoco conoce el nombre de Schiller?
-Sí, lo conozco –dijo el guardia alemán.
-¿Y el de Rilke?
-También –dijo el guardia alemán, y se puso como un tomate, y de un tiro mató al doctor K.H.G.

(*) ¿ No conoce Usted a Hölderlin?

A grandes rasgos así podríamos redactar de nuevo los acontecimientos del cuento:  El doctor K.H.G. está trabajando en un campo de trabajo forzado mientras inicia conversación con su guardia. Pero el guardia alemán es bastante inculto y cuando se sienta incómodo que el otro se lo había dado cuenta, le mata de un tiro. Sin duda, este esquema omite varios detalles muy importantes del verdadero significado del texto. Vamos a empezar el análisis como si fuera solamente todo esto lo que hemos sacado del cuento. Vamos a acercar al cuento como si realmente no dijera más. Entonces el texto no trataría más que la educación de los protagonistas, que el prisionero, el doctor K.H.G. es un hombre culto y el guardia alemán no lo es para nada. Esta situación bruscamente simplificada puede describir los dos caracteres de manera interesante. Por un lado podemos pensar ¿hasta dónde ha llegado en su vida el doctor K.H. G. con su  cultura obtenida si al final acaba en una fosa cavada para el caballo muerto? El cuento nos habla de que el puro conocimiento no vale para todo. El doctor K.H.G es un “sabio de gabinete” inocente que solo tiene conocimientos suficientes para fastidiar fatalmente a su guardia. (Tal vez podemos meditar en si lo hace a propósito o por tontería.) Por otro lado se entiende muy bien la reacción del guardia, la expresión “se puso como un tomate” describe su humillación y no tiene otro remedio para ocultar su falta de educación que su brutalidad.
 Blaise Pascal analiza una contradicción parecida en el legajo de número 298. de Pensamientos así redactado :“Es justo que lo que es justo se obedezca, es necesario que lo que es más fuerte se obedezca. La justicia sin la fuerza es impotente, la fuerza sin la justicia es tiránica.
La justicia sin fuerza es contradicha, porque hay siempre malvados; la fuerza sin la justicia es sometida a acusación. Por lo tanto, hay que poner juntas la justicia y la fuerza; para esto, hay que conseguir que lo que es justo sea fuerte, o que lo que es fuerte sea justo. Se puede discutir la justicia; la fuerza, se la reconoce claramente y sin discusión. Por ello, no se ha podido conceder la fuerza a la justicia, porque la fuerza ha contradicho la justicia y ha dicho que la injusta era ésta, y ha dicho que ella era justa. Y por ello, porque no se pudo conseguir que lo que es justo fuera fuerte, se llegó a que lo que es fuerte fuera justo.” (Traducido al español por Oscar Andrieu.)
            En el cuento de Örkény la contradicción no está entre la justicia y  la fuerza sino entre el juicio y la fuerza. El contraste es igualmente insoluble o solo se puede solucionarla si la fuerza brutal triunfa. El juicio apacible en vano intenta ajustarse iniciando una conversación amistosa, la fuerza brutal lo toma como lección, ofensa y humillación, y responde con una crueldad conforme a su propia índole.
            Si sacáramos solamente esto del texto, el cuento tampoco saldría hacía afuera del resto de los Cuentos de un minuto. Ya que muchos de ellos son tan breves y simples que no aspiran a tener un significado compuesto. Pero este caso es diferente. El mismo Örkény nos advierte a ser prudentes en su escrito del final de la edición de 1999 diciendo: [ Los cuentos] ² no son breves porque tengan poco que decir , sino porque con pocas palabras quieren decir mucho. ¡ Ojala!” Y más abajo: “en realidad estos escritos son ecuaciones matemáticas. En un lado está el mínimo de la información de parte del escritor, y en el otro el máximo de la imaginación de parte del lector.”
            En nuestra opinión el concepto del máximo de la imaginación es bastante amplio, y no creemos que en referencia a ello pudiéramos imaginar cualquier cosa en cuanto al texto. No es que nos invite a recomponer el texto sino nos advierte a que no subestimemos el mínimo de la información. Estos cuentos - según Örkény- ²concentran la información a señal”. Así pues el objetivo de nuestro análisis es revelar estas señales.
            Primero del todo vamos a empezar con el nombre de doctor K.H.G. Sabemos y lo trataremos más abajo - que encubre a una persona concreta que vivía en otros tiempos. Pero si no lo supiéramos, todavía nos diría mucho. Es muy significativo que el nombre completo del prisionero no se figura en el texto. Como en la cárcel donde los prisioneros solo tienen números o como en los informes criminales en los que las personas se figuran con letras, aquí también solo podemos leer abreviaturas. El monograma priva de la personalidad pero es interesante que lo mismo se contrapone al título de doctor. No nos enteramos del nombre de la persona solamente de su grado de doctor. Aunque no tenga nombre, posee título. (Si no en otra, en esta parte del texto se encuentra lo cómico.) El doctor K.H.G. es un hombre realmente culto, a raíz de lo que dice puede ser doctor en letras. Un hombre erudito a quien le gusta mucho explicar, posiblemente es un profesor. Las iniciales de su nombre no le identifican pero le hacen único y nos sugieren a un hombre detrás de su monograma que merece que le distingan de los demás. (Por esta razón no podría ser señalado en el texto por la letra X impersonalizada.)
            El guardia alemán ni siquiera tiene monograma, señalando que no es una figura única. Tiene características típicas de todos los guardias alemanes. Por lo tanto según el texto todos los guardias alemanes son bobos. Por su unanimidad le imaginamos a una persona que no merece distinción de su género.
            Pero vamos a seguir con el monograma de doctor K.H.G. ¿Por qué está compuesto de tres letras? Sería más habitual si consistiera de dos letras referidas al nombre y al apellido. Uno puede tener tres nombres por varias razones. En tiempos remotos el lugar de origen era incluido en los apellidos, como por ejemplo: Albert Szenci Molnár, Sándor Kőrösi Csoma o Ferenc Pápai Páriz. Es posible también que uno tenga dos nombres, por ejemplo: András Ferenc Kovács. En este caso la solución está en otra parte. De la situación está claro que el doctor K.H.G es prisionero en un campo de concentración o está haciendo trabajo obligatorio en Alemania. Por eso es probable que sea de origen judío. Observando las costumbres de denominación del siglo veinte, en general las familias judías magiarizaron el apellido, pero no quitaron completamente el apellido referido a su origen manteniendo la primera letra de ello. En el monograma del doctor K.H.G. la letra K. puede significar Kohn por ejemplo. Así el monograma de tres letras además de identificar a la persona, refiere a su origen también.
             No tiene sentido disimular más, como si fuera secreto: el doctor K.H.G no es otra persona que Géza K. Havas (el 13 de noviembre de1905, Nagykanizsa – el 25 de abril de 1945, Günskirschen), crítico, economista y redactor. Estudiaba filología clásica  pero no podía terminar sus estudios y acabó por ser empleado de banco, agente de libro y editor. Traducía varios libros y publicaba ensayos literarios importantes. Era redactor jefe del periódico Népszava y de las revistas Szép Szó y Századunk, y redactor del Fórum. Desde 1942 varias veces estaba sujeto a trabajo obligatorio, murió de un ataque al corazón en 1945.
            Sus escritos publicados entre 1937 y 1944 fueron editados en el volumen titulado ¡Arriba muertos! por János Kenedi (Edición: Gondolat, Nyilvánosság Klub, Századvég, Bp. 1990) En aquello después de los escritos de Géza Havas, se puede leer la rememoración de Milán Füst, de la que vamos a recordar a la figura del doctor K.H.G.: ²Tenía un carácter ardiente, cuando sus ojos encrespaban se ponía muy guapo subiendo la cabeza con cara de juez. Con sus ojos chispeantes, apasionado por el amor parecía como si fuera capaz de ir a la pira en seguida por las personas e ideas que amaba. […] Si se hubiese podido confiar todos los asuntos de la sociedad a su amor a la verdad, nos habría rodeado un mundo más perfecto. […] hablaba latino e inglés muy bien, y sobre todo citaba miles de poemas de memoria. Nunca he visto a nadie que hubiese llevado tanto milagro poético dentro de si mismo, y que sea listo siempre para impresionar a la gente con ello. Además era muy entendido de la poesía lírica, que es una gran cosa- para mí, por lo menos-, ya que he visto a muy poca gente en mi vida larga que hubiera sido especialista de este terreno de verdad. Pero él lo era. Concluyendo todo esto ¿no es natural si lloro por él tanto, y si les pido a ustedes que le hagan homenaje a su espíritu luchador con ojos cerrados? Que imaginen ustedes a su figura seca y delgada vestida de ropa pobre, andando por las calles de Budapest con ojos iracundos, siempre quejándose y siendo descontento...Porque la ira continua del honor eterno flameaba en su corazón.²
Leyendo sus escritos del volumen ¡Arriba muertos! se revela que Géza K. Havas era un publicista con ideas socialdemócratas, más tarde de pensamiento liberal, y que tenía una actitud política muy bien definida. Estaba luchando continuamente contra la política de derechas,  contra la ideología de Szálasi y la de su entorno. Escribió un ensayo sobre la cuestión de los judíos con el título de Asimilación y disimilación, y otro disputando con su propia comunidad titulado:  ¡No puedo asimilarme! Además de sus escritos publicisticos, sus críticas y ensayos en los que escribe de la literatura elogiando a Móricz, discutiendo con László Németh y evaluando a Sándor Weöres, lamentablemente no fueron publicados. Los que le conocían enfatizan mucho que era un hombre muy bien informado y tenía un gusto literario muy sofisticado.

¿De qué manera modificará la interpretación del In memoriam dr. K.H.G el retrato arriba dibujado? Por supuesto, el que se acerque a la obra desconsiderando a los hechos biográficos y solo mira el texto como punto de partida a la hora de la interpretación, tiene razón también. Pero quizás la biografía puede transmitir al mismo interpretador el mensaje de que el doctor K.H.G. no era un sabio de gabinete incapaz de mirar más allá de su librería aún en reclusión alemana, y que vale imaginar a un hombre culto de conocimientos amplios detrás de la figura del doctor K.H.G. que a pesar de su ilustración sofisticada llega a ser víctima del guardia alemán.
Aunque el título del cuento (In memoriam…) con un gesto conmemorativo y respetuoso nos advierte de que aquí la historia está escrita para hacer homenaje a alguien. El título siempre forma parte importante del texto, en el caso de los cuentos de un minuto es así todavía más, como Örkény nos advierte en el manual : ² es importante prestar atención a los títulos. El autor aspiró a la brevedad, así no podía dar títulos insignificantes. Antes de subir al tranvía miramos su señal. Pues, los títulos de estos cuentos tienen la misma importancia.” El lector que parta solamente del texto puede pensar que el protagonista señalado con monograma representa a los judíos matados durante la Segunda Guerra Mundial, y el autor hace homenaje a todos ellos enseñando los últimos momentos del doctor K.H.G. No obstante, si conocemos la vida de Géza K. Havas y sabemos que Örkény le conocía personalmente ( ya que ambos pertenecían al entorno de la revista Szép Szó, los dos eran de origen judío y estaban sujetos a trabajo obligatorio), entonces este cuento es mucho más que un homenaje al holocausto en general. Conociendo las dos biografías el título que comienza con In memoriam es un gesto concreto que hace homenaje al coetáneo del escritor.
Pero vamos a tratar ahora el texto del cuento. Es evidente que la historia del relato es una ficción, dado que sabemos que Géza K. Havas no fue matado por un guardia alemán sino murió por un ataque al corazón. El diálogo entre el doctor K.H.G y el guardia alemán igualmente será imaginario. Por eso caemos en la trampa ya a la primera frase: ¿Hölderlin ist Ihnen unbekannt?- pregunta el protagonista. Géza K. Havas y Örkény hablaban alemán muy bien. Pero está frase es errónea. Si el doctor K.H.G. quisiera preguntar ²¿ Conoce usted a Hölderlin?², entonces diría correctamente ¿Ist Hölderlin ihnen unbekannt?. El uso de la palabra unbekannt (‘desconocido’) es raro también. La pregunta ¿Kennen Sie Hölderlin? sería más natural y simple. La pregunta usada en esta forma en el cuento expresa aturdimiento e indignación, la podríamos traducir así: ¿Usted realmente no conoce a Hölderlin? Pero los cuentos de un minuto nunca empiezan in medias res. Aquí tampoco es probable que nos encontráramos en el medio de un diálogo antes empezado, por eso el orden de las palabras de la primera frase no puede referirse a frases dichas de antemano. ¿Por qué hace entonces un brinco el orden de las palabras? En vez de pensar en una torpeza de parte de Örkény, más bien creo que se trata de la descripción sutil del doctor K.H.G.

            Es obvio que el diálogo está llevado en alemán, en el idioma materna del guardia alemán. Pero esto está señalado solo en la primera frase. El doctor K.H.G. intenta asimilarse a la situación, pero es evidente que no lo consiga por completo, ya que el alemán no es su lengua materna. Entre los dos protagonistas hay una diferencia lingüística además de la de cultural. Pero ahora es lo contrario, aquí el guardia alemán habla perfectamente el idioma y es el doctor K.H.G. que no lo habla bien. Intenta compensar la diferencia lingüística, naturalmente con poco éxito. (polarizando la situación, puedo imaginar los pensamientos del guardia antes del tiro: Este desgraciado quiere darme lecciones que ni siquiera habla alemán correctamente.) El orden erróneo de las palabras quizás alude a esto.
             El diálogo se acelera en adelante, el escritor lo describe con un léxico casi escaso utilizando solamente los verbos preguntó, explicó, y dijo (tres, dos y tres veces). A parte de las palabras de la conversación nos enteramos solo de que el doctor K.H.G está cavando un foso y que el guardia se puso como un tomate, y de un tiro mató al doctor K.H.G. La escasez del léxico sugiere objetividad, como si el escritor no quisiera describir la situación a propósito, deja que el diálogo la describa. La falta de los adjetivos enfatiza más aún la expresión en la última línea del texto: se puso como un tomate, expresando perfectamente el estado de ánimo del guardia alemán.
            En el diálogo se menciona los nombres de cuatro poetas: Hölderlin, Heine, Schiller y Rilke. Me entristece que a la mayoría de los lectores estudiantes de hoy estos nombres no digan nada, igual que al guardia alemán. Aunque no es mi tarea criticar la educación de segundo grado, solo quiero señalar el hecho de que los estudiantes de los institutos húngaros no deben leer nada de Hölderlin, de Heine o de Schiller, y de Rilke tampoco se figura más de un par de poemas en las antologías. Por lo tanto una parte de los lectores reducirá el diálogo del cuento de Örkény a la afirmación (casi vacío) que el doctor K.H.G. es un hombre educado y el guardia alemán no lo es. ( Espero que el refrán Quien tiene tejado de vidrio, no tire piedras al de su vecino no valga siempre.) No es ninguna casualidad que aparezcan aquellos poetas en la obra, tampoco se menciona un título al azar, el Hiperión de Hölderlin.
            Para los lectores alemanes los poetas arriba enumerados son sobre conocidos. Como si nos preguntara alguien si conocemos a Csokonai, Petőfi, Vörösmarty o a Kosztolányi. El doctor K.H.G intenta iniciar una conversación mencionando figuras populares de la literatura alemana, suponiendo que el guardia alemán no puede ser analfabeto completamente. Pero se equivoca y esto será su destino. La ignorancia es insuperable.
            Pero por qué menciona el protagonista precisamente al Hiperión. Tiendo a suponer que Örkény se declina del orden apropiado de la pregunta porque Hölderlin tiene tanta importancia para él. El título original de la novela epistolar citada es Hiperión, o el eremita de Grecia. El protagonista es un titán griego, su nombre significa  “en lo más alto” que equivale al dios sol y a la luz. En sus cartas cuenta sobre el curso de su vida a su amigo Belarmino. Primero conoce al joven Adamas, luego al Alabanda y los tres juntos se exaltan por la belleza de la naturaleza, por el pasado griego, y por la libertad. Más tarde encuentra a su amada Diótima, y las cartas atestiguan el amor ingenuo de ellos. No obstante, dentro de poco Hiperión participa en la guerra griega por la libertad y cuando regresa Diótima se había descarnado de la tristeza  y su amigo elige la muerte también. No es el argumento arriba detallado que sea interesante en esta obra, sino la tonalidad lírica utilizada por Hiperión. Su estilo está cerca al de las novelas románticas (p.ej.: Rousseau: Nueva Eloisa, Goethe: Las desventuras del joven Werther, József Kármán: Las tradiciones de Fanni) es entusiasmado, inundante, apasionado y fascinante. El protagonista está entusiasmado por cuatro cosas sobre todo: por las ideas antiguas, por la belleza de la naturaleza, por el amor y por la libertad.
            Todo esto no sería particularmente interesante para nosotros, ya que podríamos decir casi lo mismo sobre cualquier obra sentimental o romántica (en la literatura húngara sobre Petőfi por ejemplo, excepto la fascinación por lo antiguo.) Pero el Hiperión inesperadamente tiene una conexión con nuestro cuento analizado. En la página 145. de esta novela de 150 páginas, o sea, en su final, Hiperión cuenta a Belarmino que después de haber abandonado su patria, llega a tierra alemana. Allí podemos leer la siguiente descripción – aquí no citada por completo - sobre los alemanes (traducción al español de Jesús Muñárriz):
            “Bárbaros desde tiempos remotos, a quienes el trabajo y la ciencia, e incluso la religión, han vuelto mas bárbaros todavía, profundamente incapaces de cualquier sentimiento divino, corrompidos hasta la medula –felizmente para las sagradas Gracias --, ofensivos para cualquier alma bien nacida, tanto por sus excesos como por sus insuficiencias, sordos y faltos de armonía, como los restos de un cántaro tirado a la basura... así, Belarmino, eran quienes debían consolarme.
            Es duro lo que voy a decir, y sin embargo lo digo porque es la verdad: no puedo figurarme ningún pueblo mas desgarrado que los alemanes. Entre ellos encontraras artesanos, pero no hombres, pensadores, pero no hombres, señores y criados, jovenes y adultos, pero ningún hombre... ¿No es todo esto como un campo de batalla donde yacen entremezclados manos y brazos y toda clase de miembros mutilados, al tiempo que la vertida sangre de la vida se pierde en la arena? [...]Pero las virtudes de los alemanes son brillantes maldades y nada mas; pues solo son fruto de la necesidad, impuesto a la sequedad del corazón con fatigas de esclavos por un miedo cobarde, y dejan sin consuelo a cualquier alma pura que guste de nutrirse de lo bello y que, acostumbrada al sagrado concierto de las naturalezas mas nobles, no soporte las disonancias que rechinan en la totalidad del orden muerto de estas gentes.
            Te aseguro: no hay en este pueblo nada sagrado que no haya sido profanado y rebajado al nivel del mas miserable recurso, e incluso aquello que a menudo se conserva entre los salvajes divinamente puro, lo tratan estos bárbaros calculadores igual que se trata un oficio, y ademas no pueden actuar de otra manera, pues una vez que un ser humano esta adiestrado, se pone al servicio de su objetivo, busca su provecho, no vuelve a entusiasmarse, ¡Dios le aguarde!, permanece siempre en calma, y cuando celebra sus fiestas, y cuando ama y cuando reza, incluso cuando llega la alegre fiesta de la primavera, cuando la época de la reconciliación del mundo hace desaparecer todas las preocupaciones y la inocencia impone su magia al corazón culpable, cuando el esclavo, embriagado por los calidos rayos del sol, olvida alegremente sus cadenas, y los enemigos del hombre, amansados por el aire divinizado, se vuelven pacíficos como niños... cuando incluso a la
oruga le nacen alas y zumba la abeja, ¡el alemán sigue dedicado a su tarea y no se preocupa del tiempo que hace! ? [...]
             También resulta descorazonador contemplar a vuestros poetas, a vuestros artistas y a todos aquellos que se preocupan todavía del genio y aman y cultivan lo hermoso. ¡Pobrecillos! Viven en el mundo como forasteros en su propia casa, son como el paciente Ulises cuando, con aspecto de mendigo, estaba sentado ante su propia puerta, mientras los insolentes pretendientes alborotaban en el salón y preguntaban: ¿Quién nos ha traído a este vagabundo?
            En el pueblo alemán, los discípulos de las musas crecen llenos de amor, de espíritu y de esperanza; los ves siete años mas tarde y andan errantes como sombras, silenciosos y fríos, son como un terreno que el enemigo a sembrado de sal para que en el no crezca nunca mas ni una brizna de hierba; y cuando hablan, ¡ay de aquel que les comprende, que en sus titánicos asaltos y en sus tretas proteicas solo ve la lucha desesperada que su hermoso espíritu destruido lleva a cabo contra los bárbaros con los que el tiene que enfrentarse!
Nada es perfecto en este mundo-es la vieja canción de los alemanes. ¡Que no haya nadie capaz de decir a estos seres abandonados por los dioses que si todo es tan imperfecto entre ellos es porque sus toscas manos manchan cuanto es puro y profanan todo lo sagrado, que entre ellos no prospera nada porque no se preocupan de la divina naturaleza, que es la raíz de la prosperidad, que la vida entre ellos es realmente sosa y esta cargada de preocupaciones y saturada de frías y mudas discordias, porque solo desden tienen para el genio que pone fuerza y nobleza en cada acción humana y serenidad en el sufrimiento, y lleva amor y fraternidad a las ciudades y a las casas!
Y por eso también temen tanto a la muerte y sufren todas las ignominias por amor a esa vida de ostras que llevan, porque no conocen nada más elevado que su chapucería, que ya no les funciona.
¡O Belarmino! Cuando un pueblo ama lo bello, cuando honra al genio en sus artistas, circula en el un espíritu general igual al aire de la vida, la timidez se desvanece, la vanidad se disipa y todos los corazones son devotos y grandes, y el entusiasmo engendra héroes. Tal pueblo es la patria de todos los hombres, y al forastero le gusta quedarse en el. Pero ¡ay!, donde la naturaleza divina y sus artistas son tan maltratados, desaparece el mayor encanto de la vida, y cualquier otro astro es preferible a la tierra. Allí los hombres, a pesar de haber nacido todos en la hermosura, se vuelven cada vez mas salvajes y yermos; crece el espíritu de servidumbre, y con el zafio envalentonarse; con las preocupaciones aumenta la borrachería, y con el lujo el hambre y el temor por la subsistencia; los dones de cada año se convierten en una maldición, y los dioses huyen.”
            Hemos citado tanto de la novela de Hölderlin, porque citar solamente algunas frases breves podría desorientarnos. Nos haría la ilusión como si Hölderlin criticara a los alemanes en pocas palabras. No es eso, les ataca con vehemencia extendidamente llamándoles  bárbaros varias veces. ¿Tal vez le pasó por la cabeza al doctor K.H.G. todo aquello cuando empezó a conversar? ¿Acaso se le ocurrió que Hölderlin no solo era un gran figura del romanticismo alemán, sino también fustigó a los alemanes en su obra mencionada? O vamos a dar un paso atrás: ¿Le pasó a Örkény por la cabaza mencionar una obra que además de ser un ejemplo clásico de la cultura alemana está criticando mucho a los alemanes? Tiendo pensar que si no el doctor K.H.G., Örkény seguramente estaba conciente de ello.
            -¿Y Heine, por ejemplo?- pregunta por segunda vez el doctor K.H.G. Si hasta ahora no hemos sospechado nada ya es la hora de empezarlo. Ya que Heinrich Heine nació en la judería de Düsseldorf de una familia de comerciantes. Aunque se convertió al cristianismo en secreto, el sentido de la discriminación (Nichtdazugehörigkeit) le seguía hasta el final de su vida. El Libro de Canciones es el libro de versos alemán más conocido. El lenguaje de sus poemas está muy cerca a la lengua cotidiana, él es el Petőfi de los alemanes. Su poema famoso, el Loreley es una pieza fija de los libros escolares, se figura aún en las antologías del nacismo, aunque anónimamente como canción popular, ya que para entonces las obras de Heine se habían quemado por su origen judío. Si no por otra, el guardia alemán tendría que conocer su nombre por esta razón. Pero no le conoce y tampoco sospecha nada. Solo después de la explicación del doctor K.H.G. se da cuenta de haber demostrado su falta de educación por la segunda vez.
             El tercer nombre es de Schiller. Si queremos buscar una conexión con las ideas de Hölderlin se nos ocurre la Oda a la Alegría que es el himno al amor humano (y el de la Unión Europea). Encontramos paralelos aún más evidentes en Los dioses de Grecia. En este verso podemos descubrir la misma exaltación por la antigüedad que en el Hiperión de Hölderlin. Es el poema de la belleza desaparecida para siempre y del anhelo nostálgico. Solo citamos las dos últimas estrofas:


“¡Abrazaos, Millones de seres!.                           ¿Os prosternáis, Millones de seres?                                                                                           
Este beso para el Mundo entero!                         ¡Mundo, presientes al Creador? 
Hermanos, sobre la bóveda estrellada                  Búscalo por encima de las Estrellas! 
Habita un Padre Amante.                               Allí debe estar su Morada!”



Aquí también debemos mencionar el entusiasmo por la antigüedad del cuarto poeta, Rilke. El Torso de Apolo arcaico hace homenaje poético a la belleza eternal. Su entusiasmo por la belleza ( Las Elegías de Duino) es adecuado para crear paralelos también. Rilke a parte de sus poemas escribía prosa también. Un indicio de su adoración de la naturaleza puede ser su escrito titulado Worpswede.  La Canción de amor y muerte de alférez Cristóbal de Rilke que cuenta la participación de uno de sus antecesores del siglo diecisiete en la batalla de Szentgotthárd contra los turcos, puede ser comparado con las escenas sobre la batalla por la libertad del Hiperión. Pero es obvio que los ideales comunes de los cuatro poetas no dicen mucho al guardia alemán, el hecho que va a ser evidente para el doctor K.H.G.  ya al mencionar el nombre del primero. Por lo tanto solo acaricia vanas esperanzas al pensar que puede conversar sobre matices. El nombre de Heine puede empujarse al segundo sitio porque es una cuestión elemental. El nombre de Schiller también es apto para apuntar la educación popular del guardia alemán. Y Los bandidos de Schiller es un drama tan popular que el doctor K.H.G supone con razón que lo conozcan.
            Pero el guardia alemán cae en la trampa de un juego de palabras raro. Responde a la pregunta sin pensar que conoce a Schiller. Quizás diría sí, de todos modos a los nombres de Goethe, Büchner o de Klopstock. Pero aparece una palabra que él conoce de verdad. Es la palabra siller. El siller es una especie de vino de origen alemán, que tiene un color rojo más oscuro que el de los vinos rosados, pero no llega a la oscuridad del vino tinto. Su sabor es más parecido al del vino blanco. En húngaro se llama vino de castillo también. El guardia alemán puede conocer el siller aunque no tenga educación literaria. El fragmento siguiente sacado de la novela muy conocida de Zsigmond Móricz, titulada Sé bueno hasta la muerte, alude al mismo juego de palabras de Schiller –siller.

Orczy tenía un juguete y eso le gustaba mucho. Una fábrica de escultura de cera, se podía hacer esculturas con ella.
Orczy después de haber fundido la cera en la cocina, la trajo adentro y hizo una.
-         Este es Goethe.
-         ¿Gőte? – preguntó el pequeño Nyilas riéndose.
-         Sí.
-         ¿Para qué será esto?
-         El alemán aquello.
-         Ese no es alemán, es húngaro, no sabe ni una palabra en alemán.
-         ¿Quién? ¿Goethe?
-         Sí.- dijo riéndose falsamente.
-         Oye,- dijo Orczy sorprendidamente – este es el poeta alemán más grande.
-         Poeta… pero si es nuestro sepulturero…el viejo Gőte es el sepulturero de mi pueblo.- y reía a carcajadas de su chiste, y recordaba al viejo Gőte borracho, al sepulturero.
Le tardaba mucho tiempo explicarlo a Orczy, pero entonces él también se reía mucho.
-         Y ahora voy a hacer Schiller.
-         ¿Schiller? ¿Vas a hacer vino siller?
Se reían mucho.
-         Anda, si haces siller, lo va a beber Gőte seguro.

En la novela Misi Nyilas no conoce a Schiller tampoco, pero conoce el siller, igual que el guardia alemán. Pero aquí hay otro momento también. Misi Nyilas no conoce a Goethe tampoco. En cambio menciona a un sepulturero borracho que se llama Gőte (precisamente a un sepulturero.) Es raro que Misi Nyilas, y obviamente Móricz ,no conozcan el anfibio que se llama tritón. (El tritón en húngaro es gőte, pero el único idioma europeo es el húngaro en el que se puede confundir el nombre del gran poeta alemán con el del saurópsido, porque en otros idiomas europeos este animal se llama triturus o salamandra.) Aunque este animal aparece ya en 1792 en el diccionario de Dávid Baróti Szabó (Diccionario para niños de palabras húngaras raramente utilizadas presentadas en versos recordatorios en orden alfabético.) Gőte- saurópsido. Sus subespecies son el tritón común (triturus vulgaris), el tritón cristatus, el tritón alpino, el tritón crestado del Danubio, el lissotriton vulgaris y el tritón vientre de fuego.
             Pero vamos a volver al mundo del cuento de Örkény. El guardia alemán al oír el cuarto nombre se da cuenta que ha entendido mal la palabra Schiller. Ya no se rompe la cabeza en pensar en el cuarto nombre. Se pone rojo y tira. Quizás es una asociación demasiada libre de mi parte trazar un parangón literario examinando el sintaxis de la frase final del cuento. Vamos a observar que Örkény utiliza la conjunción y dos veces:

            -También –dijo el guardia alemán, y se puso como un tomate, y de un tiro mató al doctor K.H.G.

            En el idioma húngaro ponemos la palabra y solamente una vez antes del último elemento de la enumeración. Por eso pensamos que lo que viene después de la y, será la última parte. Cuando en cambio viene otra y, el ritmo se rompe automáticamente, la enumeración se retarda y va a ser discontinuo. Solo podemos leerla pausadamente. El mismo elemento de efecto aparece en el verso famoso del Preámbulo de Mihály Vörösmarty.


            Ahora es invierno, y silencio, y nieve, y muerte.



Nincsenek megjegyzések:

Megjegyzés küldése